El otro día tuvimos oportunidad de ver “3 anuncios en las afueras”, cuyo título original es mucho más impactante en inglés “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri”. Por si aún no la has visto, te recomendamos que vayas a verla antes de leer este artículo porque puede haber SPOILERS de la trama.
A grandes rasgos, la trama se centra en una madre cuya hija ha sido brutalmente asesinada y violada. Tras más de un año sin sospechosos detenidos y con la investigación en punto muerto, decide contratar 3 anuncios en las vallas publicitarias que hay a las afueras del pueblo.
Estos soportes, al estar en una ubicación excepcional, son como 3 enormes exclamaciones que es imposible ignorar. Esto provoca un auténtico terremoto en el pueblo puesto que todo el mundo prefiere olvidar lo sucedido y pasar página. Especialmente, el jefe de policía de la localidad que además es muy querido y respetado por los vecinos.
En primer lugar, vamos a analizar la creatividad de las vallas. Es simple, pero impactante. Fondo rojo uniforme y sin imágenes. Sólo texto. Se observan en el siguiente orden:
- «VIOLADA MIENTRAS MORÍA» (Raped while dying)
En este caso, el mensaje tiene un gran impacto emocional. El uso del adverbio, como bien indica el hermano de la víctima en la película, aporta un dramatismo absoluto.
- «¿Y TODAVÍA NO HAY ARRESTOS?» (And still no arrests)
En este caso, el mensaje apela a la indignación del espectador. Tras plantear un escenario dantesco en el primer anuncio, en este segundo busca que la audiencia se cuestione la eficacia del sistema policial y legal. Es un dardo directo a la sensación de seguridad de los habitantes de Ebbing.
- “¿CÓMO ES POSIBLE, JEFE WILLOUGHBY?” (How come, chief Willoughby?)
Aquí, un claro ejemplo de cómo se puede emplear la publicidad para ejercer presión. Claramente, el destinatario del mensaje es el jefe de policía. Pero el jefe Willoughby, además imagina lo que puede llegar a pensar sus vecinos al ver esta valla. Por lo tanto, el uso de una simple valla puede recoger la fuerza de presión de todo un pueblo.
En definitiva, el uso de estas tres vallas publicitarias para denunciar una situación injusta deja grandes reflexiones sobre el impacto del medio exterior. Los 3 anuncios tienen un poder incomparable por su situación excepcional (a la entrada del pueblo), por su carácter perenne (no es un banner que dura 2 segundos) y por la simplicidad en el diseño de la creatividad (texto sobre fondo rojo, que evoca dramatismo y maldad).
Como bien decía Luis Bassat en “El libro rojo de la publicidad”, una valla publicitaria efectiva debe ser un “puñetazo en el ojo”. En “3 anuncios en las afueras” vemos este concepto en su máxima expresión: la denuncia de un asesinato cruel.